Mi experiencia con una tirada de amor

Os voy a contar la historia de cómo encontré a mi pareja gracias a una tarotista que me hizo una tirada de amor. Yo nunca he creído demasiado en estas cosas: siempre he pensado que existen fuerzas ocultas que todavía no somos capaces de comprender, pero que no podíamos tener acceso a ellas de ninguna manera.

Acudí a ver a una tarotista porque una amiga tenía problemas con su pareja. Yo no tenía el más mínimo interés pero ella no quería asistir sola, así que la acompañé.

Primero atendió el problema de mi amiga. Veía nubarrones en su relación pero, al parecer, se trataba de algo pasajero. Despejo las dudas que tenía sobre si se iban a cruzar una amante en el camino de su marido afirmando que eso no pasaría.

En cuanto estábamos a puntos de levantarlos, la vidente me dirigió una potente mirada. Ella me dijo que podía ver cuánto estaba sufriendo por no haber encontrado todavía el amor. Estuve a punto de marcharme pero ella siguió diciéndome cosas de mi vida que nadie más sabía.

¡Estaba claro! ¡Ella tenía algún tipo de don que no podía comprender!

No sé cómo me dejé liar pero me acabó haciendo a mí también una “tirada del amor”.

La tirada referente al pasado representó soledad, algo que no necesitaba que ninguna carta me lo recordase. La siguiente carta, la que se refería al presente, auguraba un cambio en mi vida relacionado con el amor.

La última carta se refería a la felicidad, aunque la tarotista no me dio más pistas.

Aunque al principio no me lo creí mucho, al poco conocí a Scott, un chico con el que lo había pasado genial en una fiesta que montó en su casa. Poco a poco nos enamoramos, nos casamos, tuvimos hijos y, hasta ahora, somos muy felices. La tirada de amor fomenta a que una relación continue o se separe.